El dolor siempre cumple
lo que promete.
A veces
el dolor
se atrinchera en el pecho
y se sienten ejércitos desfilando
al compás de tambores desbocados
de guerra
de exilio
de retirada
de retirada
Dolor
Bendito maldito dolor
que cuaja mares salobres
mares muertos
Puedo construir un mundo análogo
puedo ser Alicia y tomar el té
puedo ser Aladino
un Cronopios…
pero está el afuera
el mercado
el hambre
el horror
la guerra
la pedofilia
la violencia
el irreverente desamor…
y yo
tragada por un vórtice
por un caos salvaje que nada tiene de Big Bang
buscando en los escombros
astillas de mí
fragmentos de otros
esquirlas
nervio y sangre
Intento parir en mí un Frankenstein
un bosquejo de eslabón perdido
un Infra hombre…
para saber si hay redención
para saber si es verdad que el amor todo lo puede
para saber si en el peor de los espantos
hay una brillo de luz que justifique un comienzo
para saber qué ofrece el mal
para que la inmensa mayoría lo prefiera
La estrella del mundo agoniza
Me difumino junto a ella de a poco
día a día
con el terrible desconsuelo
de no poder ser luz
de no poder ser luz
de no alcanzar el paraíso
de no poder encontrarte
de que no puedas hallarme
de ser sólo la sombra de los sueños
Silvia Carmen Mendoza
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