Primero fue el verbo. Luego la palabra.
Y el universo, por mandato, nació expectante.
La palabra trajo consigo lo bueno y lo malo.
Al tiempo la desdicha y el agravio señorearon.
Entonces, la palabra dejó de ser. Y nació el silencio.
Y el silencio trajo el abismo. Y el abismo, a modo de un hambriento agujero negro cósmico... tragó todo.
Primero fue el verbo. Luego la palabra…
Silvia Carmen Mendoza
No hay comentarios:
Publicar un comentario