lunes, 11 de octubre de 2010

Cadaver Exquisito número 2 y 2"

  Meses de Agosto/Septiembre





El segundo Cadáver exquisito llegó a su fin


Según Kelly Gavinoser, profesora de Teoría literaria de la Escuela de Formación del Escritor (EMAC) de Tres de Febrero, debemos conocer las reglas para poder romperlas.
Nosotros las hemos roto, pero ese logro no quiere decir que sepamos de qué trata la literatura. Perdón Kelly.
Según Graciela Montenegro, el cadáver exquisito se arma con poesía.  Al ser  la directora de la escuela antes mencionada, ni locos vamos a ponerlo en tela de juicio…la sabe "lunga"
Pero nosotros, que somos los rebeldes de la pluma de plumero y de la tinta toner, reivindicamos a los narradores porque sí.
Según las fuentes apócrifas que investigamos con Durval, los poetas surrealistas les ganaron de mano a los narradores, por lo cual éstos juraron que nunca iban a realizar ni un mísero cadáver.  Adoptaron esa postura para minimizar el trabajo de los poetas y así disminuirlos como escritores, restándole importancia a la obra.  Con esa actitud encubrieron su orgullo lacerado. Pero nunca dejaron de sangrar por la herida. (Fuente apócrifa: Silvi- piedra)
Pero como somos perfectos rompedores de la lengua y de la literatura, los hacemos en género narrativo y los salpicamos con un poco de poesía, sólo para molestar nomás, y de paso divertirnos.
Como dijimos Durval y yo en su momento, estos cadáveres tiene la virtud de morir más de dos veces.
Y nosotros también. Especialmente a manos de verdaderos literatos.

Gracias por haber participado.
Hasta el próximo.

Cadáver número 2

Integrantes:

Grupo Número 1



1) Silvia  Mendoza                                           
2) José Curia                                                   
3) Alejandra Achy                                           
4) Silvia Carreras                                             
5) Marcos Polero  
6)  María Cecilia Serrano 
7) Graciela Montenegro
8) Carlos Monticelli
9) Marina Guarnieri       
                                                                  



Texto Grupo Número 1

Silvia M:             Se despertó mojado en sudores y con la boca seca. Encendió la luz para contactarse con la habitación y por ende, con él mismo. Hacía varias noches que no podía conciliar un dormir tranquilo. Pensó en tomar pastillas y evadirse. Pero lo que lo acosaba no era la realidad. Su tormento era esa pesadilla recurrente que lo buscaba noche a noche sólo para diezmar la paz del descanso.
José:                Para ello no ahorraron palabras, elogios, críticas ni burlas Para no solo diezmar, si no también evitar el descanso en paz del último bohemio que supo robar con sus versos, el corazón de toda mujer bien casada
Alejandra:       ...Supo robar con sus versos el corazón de toda mujer bien casada, desgastada por la rutina y el tedio que agazapado acompaña.  Él, la hizo vibrar como una adolescente y volvieron los recuerdos, las ilusiones, los juegos...
Silvia C:          …Las ilusiones, los juegos… Aquellas tardes de otoño en el pueblo amorronado donde el río nos regalaba su única música amansadora. Acordate, decíamos que soñar no costaba ni un centavo y ni un centavo teníamos, entonces soñábamos con llegar quién sabe dónde, y ahora te veo y no creo que el río te haya amansado… no lo creo.
Marcos:               Y ahora te veo y no puedo creer que el río te haya amansado... no lo creo... mas vale pensar que es una nueva artimaña para arrancarme el secreto. Nunca te lo diré. Lo llevo guardado muy profundo y sé que estas al acecho. Desde hace algunos años he esperado que me trataras con ternura. Nunca pude conseguir un beso, una caricia al descuido. Te lo rogué como un animalito desvalido. Jamás reparaste en mí. Ahora, que sabes que tengo algo que podría cambiar tu vida, me halagas, me llenas de atenciones. Trataré de no ceder a tus encantos, escaparme a tu permanente seducción...
Cecilia:                …Que me obliga a seguir tus malditas órdenes no dichas.
                         Entonces asumo que no habrá remedio, ni posibilidad de huída. Será un yugo con el que me arrastraré hasta el final de mis días y que heredarán mis descendientes. Tal vez los siglos logren diluirte, quizás en los indescifrables recovecos del destino se destruya la marca indeleble que te nombra

Graciela:                    Que te nombra sin rastros y en las sombras,
que te impregna de viejas rispideces
y te ata al altar de los presagios, de los llantos,
los ritos y las máscaras.
Con total plenitud, que se destruya,
para que puedas volar con las raíces.

Carlos:              Es lo que quisiera. Salir de este encierro. No soporto más estar rodeado por todo esto que me ha torturado por años. Años de adolescencia perdidos, en un mundo que terminé por detestar. Días de números, de ecuaciones, de incógnitas, de equis, de i, de cuadrados y raíces. De cosas abstractas. Insulsas. Quiero salir. Treparme por la luz de la ventana y alcanzar ese arco-iris hecho con colores inventados.
Marina:             Alcanzar ese arco-iris hecho con colores inventados, sólo que en mi sueño lo abrazaba en un abrazo sincero, inmortal.




Cadáver Número 2"
           
Integrantes:
Grupo Número 2
 
1) Silvia Mendoza    
2) Jorge Spinetta         
3) Marcela Minakowski                                                              
4) Zonia Orellano
5) Durval Ángel Abásolo                                                
6) Marcela Galván            
7) Silvana Dantoni
8) Rodolfo González
9) María Teresa Dri
Texto Grupo Número 2

Silvia M:             Se despertó mojado en sudores y con la boca seca. Encendió la luz para contactarse con la habitación y por ende, con él mismo. Hacía varias noches que no podía conciliar un dormir tranquilo. Pensó en tomar pastillas y evadirse. Pero lo que lo acosaba no era la realidad. Su tormento era esa pesadilla recurrente que lo buscaba noche a noche sólo para diezmar la paz del descanso.
Spinetta:           Para diezmar la paz del descanso, comenzaron a hacer sonar tambores y encendieron potentes luces, para no dejarlos dormir. Era clave que los fantasmas no descansen, se agoten y queden debilitados.
                              De esta forma será más fácil cazarlos, con el aparato electrónico del doctor Fernández. La casa tenía más de seis habitaciones y un gran salón dorado en azul. Todo es un estado de abandono increíble.
Marcela M:        Un estado de abandono increíble parecía haberse apoderado de las hojas; allí, olvidadas, sin más objeto que ocupar el fondo del cajón del medio, esperaban pacientemente. El momento llegó y las manos de ella tomaron la pequeña manija de bronce y la boca de cedro viejo se abrió para soltar todos los papeles.  Sin mediar viento alguno, solo con el impulso, con el conjuro de esas manos curiosas, optaron por volar, enloquecidas, alrededor del cuarto.
Zonia:                "...Qué podíamos hacer, nos acechaban, era un momento difícil., Quizás sería bueno escaparnos por el balcón atando una sábana, llegaríamos al segundo piso y nos esconderíamos. Había que actuar con mucho cuidado. Nos deseamos suerte y comenzamos el descenso con dificultad".
Durval:                ¡Pero algo impulsaba en sentido contra
                              Una sonrisa sardónica cubría el rostro del Magnate Des
                              ¡La tragedia, a un triz! 
Marcela G:          La tragedia a un triz!  Sentencian las palabras, disimulan la espera letras que no engarzan. Tímidas se atreven a completar los espacios. Los conceptos afrontan los desvaríos.
                             El poeta asume la propia contradicción y abarca anacrónicas figuras, abstrae, designa. Manos que asisten, lápices que abortan, las líneas están, acompañan. Potencia, ritmo, sinopsis de la razón en páginas vacías.
Silvana:            Vacías, secas y estériles como añejas tumbas sin nombres. Así, con ese desolado sentir, recorrió las calles buscando otra víctima. Era demasiado tarde para elegir; cuando la sed se transforma en dolor, la muerte se presenta a la vuelta de cada esquina, en el respirar de cada humano que solemos cruzar.
Rodolfo:                            Cada uno cree ser cada quien, pero lo
humano es que resulte ser cada cuando, y es así 
que sin saber como con quien ni cuando,
solemos metamorfosear y alegremente
cruzar los límites de ninguna parte.
Teresa:                           hasta dejarse atravesar por ese no sé qué
que me deja al borde del abismo
y del asombro




  


  
 


    




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